La tropicalización atiende mas a una respuesta que a una mejora, en realidad es la solución a una condición que por la ubicación del yate demandará atenciones especiales probablemente no consideradas por el fabricante.

Con las tendencias actuales las variaciones en diseño y automatización de procesos en los yates han venido cambiando acorde el ajuste de los retos económicos y la facilitación de sus controles, de igual modo, la aceptación y relaciones comerciales con fabricantes que se enfrentan a su vez a la producción de sistemas y mecanismos que presenten buenas lecturas en eficiencias, rendimientos, calidad y costos. El resultado arroja temas pendientes por revisión que toman mas de 2 años el descubrir sus efectos y respuestas según el área de operación y las condiciones climatológicas a las que terminan siendo sometidos estos equipos. Las fabricas se ven en la necesidad de establecer políticas de garantía que resumen por anotar los reclamos de clientes que pueden presentar novedades con el desempeño y reacción de las innovaciones o líneas de producción de los sistemas contenidos en sus yates.

El diseño de los sistemas conserva innovaciones y reducciones que terminan arrojando vulnerabilidades para ciertos ambientes cuyas condiciones requerirán de un cuidado que varía con base a las indicaciones básicas del fabricante para la consideración de periodicidad de su realización. Por ejemplo, en el caso de los motores marinos es común que el uso aproximado de yates en la Republica de Panamá (no comerciales o de alquiler), oscile en las 250hrs / año promedio, lo que sugeriría la realización de un (1) solo mantenimiento preventivo al año que incluya cambio de aceites o partes cuyo deterioro mantiene una aceleración muy superior a las recomendaciones identificadas en las tablas de servicio de los fabricantes para esa frecuencia, obligando a la realización de algunos servicios extras (2 a 3/ año) necesarios para evitar el daño de piezas y partes por oxidación, producto de los altos niveles de humedad y variación atmosférica a la que se encuentran sujetas los yates en los trópicos a lo largo del año agravándose según temporada.

Esta situación se presenta en varios equipos de la embarcación sujetándola a un plan de mantenimiento con servicios más frecuentes que lo sugerido en las tablas generando una mayor atención a la posibilidad de reclamación de garantías con sus fabricantes.

Las fechas para las cuales lo primeros inconvenientes se hacen notar rondan entre los 4 y 8 primeros meses aproximadamente luego de la entrega del yate y de residir en el trópico, se pueden adicionar efectos como fallas en los RPM's, humo negro, alarmas de presión, apagado de motores o leaks son algunos de los efectos que se empiezan a presenciar, dando inicio a una serie de trabajos que terminan por ser cubiertos por el cliente en caso de no tener conocimiento de sus causas u origen Vs la vigencia del periodo de garantía, sumado a la presentación adecuada de sus registros y seguimientos. Por ende, resulta de suma importancia la participación en el proceso de diseño e instalación de los componentes del yate desde su concepción inicial.

La solución

La corrección de estos casos debe partir de los efectos que la humedad y condiciones del medio del home port del yate, causan sobre cada equipo, basado en la experiencia y el registro histórico con casos vigentes y para mitigar ese efecto es importante conocer que aunque los sistemas y equipos disponibles ya cuenten con algunas únicas opciones para el mercado en oferta, si es importante tener claros los alcances y posibilidades de daños que por los efectos mencionados, se puedan presentar para que sean incluidos preliminarmente dentro de las coberturas por garantía. Al igual funciona como una entrega de lectura para mejoras pendientes importantes por hacer, para el fabricante.

En el caso en que ya se cuente con los efectos propios del medio sobre los equipos y ya el yate se encuentre en el Trópico, existen algunos procedimientos ya realizados previamente en pro de la mejora de los sistemas instalados desde origen, ello implica la revisión integrada de los efectos que por diseño puedan ser aplicados al yate y su sistema sin alterar sus rendimientos, funciones y capacidades.

La Tropicalización de un yate no tiene que ver con solo mejorar o adecuar un equipo o sistema, es un programa que genera un proceso de cambios y adecuaciones que pueden ser realizadas progresivamente acorde un plan de mejoras y actualización en acuerdo con el propietario que atienda el avance de los impactos que la humedad y las temperaturas ejercen sobre el yate según su grado de relevancia y urgencia, haciendo de ello un proyecto cuyo avance dependa de las capacidades financieras según estimaciones de costo, su habilidad de realización en el tiempo y los reales requerimientos del yate.

Es valido mencionar que estos trabajos serán considerados como mejoras a la embarcación, lo cual aportará a la apreciación de esta impactando también a la ecuación de depreciación de la misma, su debido registro y documentación serán claves al momento de oficializar las mejoras.